La minería moderna enfrenta un doble desafío: abastecer de minerales clave la transición energética global y, al mismo tiempo, reducir su propia huella de carbono. En este contexto, la descarbonización ya no es una meta a futuro, sino un eje estratégico central para las compañías mineras que buscan operar de forma responsable, competitiva y alineada con los mercados e inversores actuales.
- ¿Por qué la descarbonización es hoy un tema clave en minería?
El cambio climático ha dejado de ser una preocupación exclusivamente ambiental para convertirse en un factor de riesgo financiero y operativo. La exposición a regulaciones de carbono, barreras arancelarias climáticas, cambios tecnológicos y presiones del mercado hacen que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sean un tema de gobernanza empresarial.
En minería, los principales focos de emisión son:
- Combustión de diésel en flota pesada y generadores.
- Consumo eléctrico proveniente de fuentes fósiles.
- Procesos metalúrgicos de alta temperatura.
- Emisiones indirectas (alcance 3) vinculadas al transporte, proveedores y uso del producto final.
La gestión activa de estos focos permite reducir riesgos, generar eficiencia operativa, mejorar el perfil ESG ante financiadores y fortalecer la licencia social.
- Estrategias técnicas para avanzar en la descarbonización
Las compañías mineras están implementando diversas herramientas para lograr este objetivo:
- Matriz energética renovable: reemplazo de fuentes fósiles por solar, eólica o geotérmica.
- Electrificación de flota minera: camiones eléctricos, trolebuses, transporte liviano a batería o uso de hidrógeno verde.
- Optimización energética: uso de sensores IoT, automatización, variadores de frecuencia, relaves filtrados y sistemas de gestión energética ISO 50001.
- Gestión de emisiones alcance 3: integración de criterios de carbono en la cadena de suministros y diseño de productos.
- ¿Cómo se incorpora la descarbonización en los reportes de sostenibilidad?
Hoy la descarbonización debe reportarse bajo marcos normativos sólidos, verificables y consistentes. El más relevante a nivel global es el conjunto de normas del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB), en particular:
- NIIF S1: Marco general para la divulgación de sostenibilidad, integrable con normas contables tradicionales (NIIF).
- NIIF S2: Norma específica para información relacionada con el clima, que reemplaza e integra el marco TCFD.
La NIIF S2 organiza la divulgación en torno a cuatro pilares:
Pilar | Contenido requerido |
Gobernanza | Rol del directorio y la gerencia en la supervisión climática |
Estrategia | Riesgos y oportunidades climáticas, impacto en la planificación y en los estados financieros |
Gestión de riesgos | Procesos para identificar, evaluar y gestionar riesgos climáticos |
Métricas y objetivos | Emisiones GEI (alcance 1, 2 y 3), metas de reducción, progreso hacia Net Zero |
Estas normas ya han sido adoptadas por reguladores en varios países y se espera que su uso sea obligatorio para emisores públicos en muchas jurisdicciones en los próximos años.
Indicadores clave para minería en descarbonización:
Indicador ESG | Unidad | Importancia |
Emisiones GEI (tCO₂e) | tCO₂e/tonelada producida | Permite establecer línea base y metas |
% de energía renovable | % | Indica avance en transición energética |
Inversión en tecnologías limpias | USD o % CAPEX | Señala compromiso real y planificado |
Análisis de escenarios climáticos | Narrativo / cuantitativo | Evalúa resiliencia financiera |
Alcance 3 medido y gestionado | % estimado y controlado | Refleja madurez en cadena de valor |
- Argentina: oportunidad para liderar una minería climáticamente inteligente
En el contexto argentino, las empresas mineras —especialmente en litio y cobre— están ante una ventana de oportunidad para posicionarse globalmente como productores de minerales “climáticamente responsables”.
Algunos avances concretos incluyen:
- Proyectos como Cauchari-Olaroz y Mariana, que integran generación solar para reducción de emisiones.
- Empresas como Livent o Allkem, que han iniciado reportes climáticos alineados con estándares internacionales.
- Iniciativas de cooperación público-privada, como el clúster de proveedores sustentables de litio en Salta y Jujuy.
Sin embargo, aún hay desafíos:
- Falta de estandarización en los reportes de emisiones (particularmente en alcance 3).
- Baja cobertura de auditoría externa sobre métricas climáticas.
- Necesidad de mayor articulación entre actores del sector para facilitar el acceso a energía renovable.
- Conclusión: descarbonizar no es solo mitigar, es transformar
La descarbonización ya no es una narrativa reputacional: es una estrategia empresarial crítica que impacta la continuidad operativa, el acceso a capital, la atracción de talento y la aceptación social del proyecto minero.
Las compañías que adopten normas como NIIF S1 y S2, cuantifiquen sus emisiones con rigurosidad y articulen planes de transición energética viables, estarán mejor posicionadas para:
- Captar financiamiento climático y ESG.
- Diferenciarse en cadenas de valor que privilegian productos con bajo impacto.
- Mitigar riesgos financieros asociados a políticas climáticas internacionales.
La minería del futuro será baja en carbono o no será. El momento de actuar es ahora.
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